Un mod caótico… pero se ve genial
Playstacean: Un toque «marino» para tu PS one
Por lo general, la PlayStation original es la que recibe más atención al momento de restaurar su hardware o instalar mods. Sin embargo, en julio del año 2000, Sony lanzó al mercado su PS one, una versión más compacta… y la candidata perfecta para el proyecto Playstacean. Nacida como una expresión artística en ArtStation, el youtuber GingerOfOz decidió convertir a esta carcasa en un mod real, proceso que demandó mucho sufrimiento en CAD, y la impresión de 50+ piezas…
Todo comenzó con una serie de imágenes publicadas por Anh Dang en ArtStation. Además de presentar un juego de palabras fabuloso, la Playstacean tiene dos versiones: La primera en colores más naturales, y la segunda «cocinada», con un naranja brillante.
Otro detalle interesante es que no se basa en la PlayStation original, sino en la PS one que llegó al mercado (casi) seis años después, y que hoy puede obtenerse por sumas razonables en línea. Así llegamos al canal de GingerOfOz en YouTube, quien básicamente dijo «puedo construirla». Compró una PS one usada en eBay, y empezó a trabajar en su diseño…
Transforma a tu PS one en un cangrejo con el mod Playstacean
El desafío inicial está en construir un primitivo adecuado, ya que la PS one es una verdadera pesadilla de curvas que no necesariamente coinciden en el frente y la parte trasera. Esto obligó a GingerOfOz a alejarse un poco del arte original, y aceptar ciertos compromisos. Entre ellos se destacan ángulos menos agresivos, y un ligero recorte del PCB principal (nada extremo, sólo sus bordes).
Al mismo tiempo, GingerOfOz enfocó su atención en el interior de la consola, ya que los conectores para las Memory Cards y los gamepads están en un ángulo, y las pinzas del cangrejo deben incluir un control (por más que sean un espanto ergonómico). Otra decisión técnica que tomó fue conservar la unidad óptica, e instalar un simple modchip para ejecutar «respaldos». Un módulo Picomemcard+ reemplaza a todas las Memory Cards, y es una solución más efectiva que depender de memoria flash fabricada veinte años atrás.
En resumen, el diseño no es perfecto (algunos de los mecanismos tienen problemas, el control es muy incómodo, y ocupa mucho más espacio), pero tampoco puedo quitarle los ojos de encima. Y para finalizar, lo mismo de siempre: Si no podemos divertirnos con el hardware, ¿qué sentido tiene?
Fuente: Hackaday
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