Imaginemos por un momento que has decidido reinstalar tu versión preferida de Windows, pero el detalle de la clave de producto se ha esfumado en el aire. La famosa etiqueta de certificación pegada al ordenador puede volverse polvo tras un par de años, y lo cierto es que Microsoft no ayuda en casos como este. La mejor opción es extraer la clave del Registro con una utilidad al estilo de ProduKey, desarrollada por el reconocido y siempre confiable NirSoft.

Pocas cosas han molestado tanto a los s de las últimas versiones de Windows como los cambios en el menú de inicio. Desde sus similitudes con un salón de kínder (Windows 8) hasta su transformación en cabeza de playa para el bloatware (Windows 10), el menú de inicio perdió utilidad, y los s buscan alternativas con el objetivo de restaurar un perfil más clásico. Una de esas alternativas es Spencer, que ocupa menos de un megabyte en disco, y posee una apariencia espartana, que nos recuerda a Windows 9x.

Controladores recientes, sensores de temperatura, ventiladores y rios para limitar la entrada de polvo, limpieza extrema, parches, pruebas de estabilidad… no hay caso. El punto es que se cuelga tu PC, sin embargo, existen diferentes tipos de cuelgues. Los más duros suelen involucrar al hardware, y la solución clásica se reduce a presionar el botón de reset, pero si se trata de un error blando, es probable que puedas mejorar la situación con un simple atajo de teclado compatible con Windows 8.x y Windows 10.

Es probable que algunos de nuestros lectores recuerden un viejo error que podía colgar de inmediato a Windows 95 y Windows 98. Todo lo que debíamos hacer era ingresar «c:\con\con» en la sección para ejecutar archivos, y el pantallazo azul era automático. La semana pasada, investigadores rusos descubrieron un bug similar que afecta a Windows Vista, Windows 7 y Windows 8.x. La clave está en uno de los metaarchivos utilizados por NTFS. Si el trata de acceder a ese archivo como si fuera una carpeta, el sistema nunca dejará de intentarlo… y la única solución es el botón reset.

La historia circuló rápidamente por la Web, y la respuesta de los s no se hizo esperar. La decisión de Microsoft de bloquear actualizaciones en plataformas Ryzen y Kaby Lake con Windows 7 y Windows 8.1 generó una tormenta de críticas, pero en Redmond no parecen estar dispuestos a cambiar de opinión. La consecuencia es un nuevo parche que hackea un archivo interno del sistema, y engaña a Windows Update de modo tal que siempre ve a un procesador soportado.

A principios de febrero recibimos la noticia de que los procesadores Ryzen sólo tendrán soporte oficial bajo Windows 10. Eso no es más que una simple extensión del acuerdo entre Microsoft y los principales fabricantes de hardware, el cual estableció a la última versión de Windows como la única compatible en chips de séptima generación. Una reciente entrada en la sección de soporte revela un mensaje de error que los s de Windows 7 y 8.1 probablemente encontrarán en PCs con nuevos procesadores cuando traten de usar a Windows Update, y que a la vez sugiere un bloqueo general para esas plataformas.

Más allá de los esfuerzos que ha hecho Microsoft para pulir a sus sistemas operativos, Windows Update sigue siendo la gran mancha negra que ensucia a todo el ecosistema Windows. Los s alrededor del globo continúan reportando un problema tras otro. Errores extraños, búsquedas de hotfixes que se extienden por horas, bucles de reinicio… lo hemos visto prácticamente todo. En un intento por ayudar a esos s, Redmond actualizó su página de resolución de problemas para Windows Update, que responde a los códigos de error más frecuentes.

¿Planeas comprar un ordenador en las próximas semanas y tienes la esperanza de obtenerlo con Windows 7 preinstalado? Si la respuesta es afirmativa, necesitas saber que el gigante de Redmond no te lo va a hacer fácil. Tal y como lo indica en su tabla de «fin de ventas», Microsoft cerró el telón para Windows 7 y 8.1, de modo tal que los fabricantes ya no podrán ofrecerlos en sus ordenadores. Si bien es lógico asumir que aún quedan existencias de PCs cargadas con sistemas previos, el mensaje de Microsoft es muy claro: A partir de ahora, es todo Windows 10.

Si tenemos que destacar a una de las tantas debilidades que afecta al ecosistema Windows en su totalidad, es Windows Update. La plataforma que se supone debe mantener actualizados y protegidos a nuestros sistemas operativos se ha transformado en el blanco de millones de s frustrados por los problemas técnicos que causa. La nueva estrategia del gigante de Redmond es expandir la mecánica de actualizaciones acumulativas, lo que en teoría ayudará a aliviar los problemas de fragmentación. Por otro lado, ya se calcula que los hotfixes serán gigantes…

Microsoft parece haber desarrollado una especie de adicción a la telemetría, mientras que algunos s decidieron reaccionar con la virulencia de una cruzada para erradicarla. El mercado ofrece varios recursos automáticos, pero tal vez se haya escapado el detalle de que la herramienta Malicious Software Removal Tool envía un paquete de telemetría llamado Heartbeat, independientemente de la configuración de privacidad que haya sido establecida. Las instrucciones para desactivar esa telemetría se encuentran documentadas, y las compartimos aquí.

Se suponía que la insoportable novela de la telemetría y las ofertas de actualización había concluido para los s de Windows 7 y Windows 8.x. Uno de los últimos hotfixes tuvo como objetivo específico eliminar todo el material relacionado a esa campaña, pero en Redmond decidieron reactivar la recolección de datos con dos «nuevos-viejos» parches, KB2952664 y KB2976978. Para algunos s, es la cuarta o quinta vez que estas actualizaciones aparecen en Windows Update. ¿Qué es lo que quiere Microsoft...?

Windows 10 ha llenado páginas enteras en los portales de la prensa especializada, y fue citado aquí en más de una oportunidad debido a ciertas prácticas de recolección de datos y telemetría que el gigante de Redmond lleva a cabo. Con el paso de los meses surgieron herramientas que reducen el proceso de bloqueo a un par de clics, pero la realidad nos indica que Windows 7 y 8.x no son particularmente inmunes a esa obtención de datos. Ancile es un script enfocado en ejecutar a otros scripts que se encargan ya sea de deshabilitar o desinstalar las funciones de telemetría sobre ambos sistemas operativos.

Unlock the Shocking Secrets: Descubre cómo un solo script puede cambiar la forma en que interactúas con Windows…

Atención, s de Windows 8: Si han pospuesto la instalación de Windows 8.1 durante todo este tiempo, deben saber que la resistencia llega hasta aquí. En el día de ayer, Microsoft finalizó oficialmente el soporte para los builds originales de Windows 8, al igual que varias versiones del navegador Internet Explorer. Quien desee seguir recibiendo actualizaciones de seguridad necesita dar el salto a Windows 8.1, al que a esta altura podemos considerar como un Service Pack…

La llamada «Evaluación de la Experiencia en Windows» nos ha ayudado a determinar, desde la época de Windows Vista, cuáles son los puntos más robustos en la configuración de un ordenador, y cuáles necesitan ser optimizados con nuevo hardware. Desde el lanzamiento de Windows 8.1, este benchmark interno de Windows brilla por su ausencia, pero con el programa Winaero WEI Tool es posible traerlo de regreso en ese sistema, y también en Windows 10.

Si un decide instalar Windows en su ordenador, siempre existe la posibilidad de realizar un «upgrade», de modo tal que sus archivos personales permanezcan intactos durante el proceso. Sin embargo, en muchos casos se accede a los sistemas más recientes comprando hardware nuevo. Con eso en mente, el gigante de Redmond ofrece una versión gratuita (aunque por tiempo limitado) del programa PCmover Express, gracias a un acuerdo con su desarrollador Laplink.

La seguridad del es la prioridad número uno para la gran mayoría de las compañías (o al menos eso nos hacen creer), pero la interpretación de las “buenas prácticas” en esta materia puede ser muy diferente, a un punto tal que dos compañías terminan enfrentadas. Ese es el caso de Google y Microsoft, que ingresaron a una nueva fase ácida de su relación debido a un bug en Windows 8.1, y a la manera en que Mountain View lo reveló al público.

La noticia cayó como una bomba: Tras el lanzamiento del famoso “Update 1” para Windows 8.1, Microsoft declaró como nueva base de soporte a la actualización, y quienes deseen recibir más parches, deberán instalarla obligatoriamente dentro de los próximos 30 días. El mundo empresarial reaccionó con furia, y ante la posibilidad de convertir a Windows 8.1 en un “XP artificial”, decidió extender el plazo a 120 días.

Si te encuentras en la necesidad/obligación de convivir con Windows 8 o Windows 8.1, pero quieres adaptar su interfaz para obtener una experiencia un poco más clásica, no te preocupes. Existe una saludable cantidad de freeware con ese objetivo, y un buen ejemplo es OldNewExplorer, que restaura ciertos aspectos dentro del Explorador de Windows, instalando una apariencia similar a la que posee en Windows 7.

La llegada de las impresoras 3D al entorno hogareño (y a un precio razonable) es cuestión de tiempo, pero el hardware no es más que la mitad de la ecuación. También necesitamos software compatible que haga a cada impresión lo más sencilla posible, y con eso en mente, Redmond presentó a Microsoft 3D Builder, una aplicación exclusiva para Windows 8.1.

Con el lanzamiento oficial de Windows 8.1, también llega la posibilidad de descargar su trial, destinado a todos aquellos que prefirieron dejar pasar a los previews y esperar a un build de prueba más estable. Todo lo que necesitas para descargar Windows 8.1 Enterprise Trial es una cuenta de Windows Live, y un poco de paciencia.

Interesado en participar activamente de lo que será la evolución natural de las impresoras 2D a la impresión 3D, Microsoft quiere que la traslación (que en realidad se presenta como alternativa, no como superación y anulación) a las impresoras de nueva generación sea cómoda, fácil y estable. Para eso está presentado un formato de estandarización de documentos y una interfaz simple, para que la impresión 3D sea tan fácil como la 2D